Tsukimiya Gutiérrez
La prodigiosa Jane Wilde se ha erigido como una de las principales starlets americanas en materia anal por su capacidad inaudita de dar cobijo a la monstruosa entrepierna de Dredd y seguir reiterando sus ejercicios rectales una y otra vez sin apenas pestañear. Razón más que suficiente para que el legendario director de Evil Angel Jonni Darkko (uno de los padrinos del género gonzo) la haya elegido para engrandecerla en el showcase «Jane’s Anal Addiction». La película diseñada al milímetro para exponer las hazañas sexuales de la joven pornostar nos presenta con un redoble de tambores su primer blowbang y su primera doble penetración tanto anal como vaginal, ejercicios nada asequibles al resto de mujeres del planeta.
Junto a ella tres starlets a la altura de las expectativas: Adriana Chechik, Paige Owen y Jessy Jones, de las pocas actrices guarras capaces de seguir el ritmo a esta frenética muchacha de lujuria desmedida. Respecto al talento masculino John Strong y Markus Dupree serán los encargados de taladrar los agujeros de Jane en un ménage-à-trois volcánico practicándole las citadas DVP y DAP.
Respecto al blowbang aunque sea su 1ª experiencia con ramilletes de penes muestra sus habilidades sexuales sin cortarse un pelo. Mordisquea las pollas y se regocija en los faciales que le llenan de esperma la cara en un clímax al estilo bukkake. Una muestra de que estamos ante la consagración de una pornostar.
Un escaparate tan fastuoso y cuya energía sexual es tan febril que estamos seguros que en un próximo futuro ganará algún premio de la industria de adultos. Después de todo juntar en una misma escena a dos de las reinas anales actuales es sinónimo de un festival de chorros y fistings sin precedentes.
