La química palpable entre la belleza natural de Giselle Palmer y la estética artificial de Ivy Lebelle (una de las pornostars medio entintadas más prolíficas) ha quedado patente, gota a gota, en la nueva saga pornográfica «Gushing Lesbians». Una nueva serie de Lesbian X y la célebre directora Mason —algún día hablaremos largo y tendido sobre ella en JaqueMateAteos— en donde se reserva cita solo a las starlets que explotan en un torrente de orgasmos femeninos y chorros vaginales, cual géiseres humanos. Ambas buscan de alguna forma especializarse en esta práctica y llevan el acto sexual lésbico a otro nivel, con frenéticas estimulaciones de clítoris, con sexo empapado de fluidos vaginales y efluvios de eyaculaciones femeninas. Una fórmula bastante cerda y pringosa incluso para los actuales índices de tolerancia del porno sáfico.
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