Desde que Hime Marie arrancó en el circuito de adultos americano ha permanecido en las sombras, a pesar de que su trasero está bien alimentado —su ano es un buffet libre donde los comensales se ponen las botas— y sus contiendas sexuales nunca dejan indiferente a nadie. El caso es que estos últimos meses está poniendo toda la carne en el asador y se ha desecho de su peculiar halo de distinción (pequeña tímida rubia que parecía no haber roto nunca un plato) para adoptar un perfil sexual más salvaje. El punto de inflexión de nuestra particular princesa japonesa lo hemos visto en «Double Penetration Fixation 3», donde el patriarca Jonni Darkko la somete a dos machos alfas afroamericanos que la penetran sin compasión ni miramientos.
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