Sus ‘hechuras’ pálidas fueron el summum de la generación de pornostars que irrumpieron en el pandémico año 2019 y ya por aquel entonces se sazonaba en escenas hardcore en las que tenían lugar emociones fuertes en forma de anales y dobles penetraciones. En JaqueMateAteos la apodamos como la «pornostar pálida» por la impoluta blancura de su fina piel —sus víctimas masculinas caían hipnotizados a causa de su embrujo— y lo cierto es que la industria de adultos ha sabido resaltar su epidermis blanquecina propia de personajes de sangre azul. Es por eso que, hace pocos días, la starlet neoyorkina nos parecía una estrella iluminada bajo el contraste oscurecido del set de Tushy Raw. Un lucero celeste cuyo deseo generalizado era consenso categórico.
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