BangBros está intentando emular aquellas morbosas escenas del mítico estudio «Watching My Daughter Go Black» en las que padres incautos dejaban que sementales afroamericanos se follaran a sus preciosas hijas delante de sus ojos; la peor pesadilla que cualquier padre blanco pueda sufrir. Y para ello ha echado mano al nuevo lote de adolescentes atrevidas que nada más entrar en los oscuros recovecos del porno ya se atreven a catar a los actores negros más dotados. Harlow West —una debutante que estrenó sus agujeros hace poco en Backroom Casting Couch y Filthy Fuckers— protagonizará esta situación un poco inusual en la que los granujas de BangBus intentan hacerse con su cuerpo ofreciéndole una suculenta cantidad de dinero. Toda una declaración de intenciones, mas todavía teniendo al padre supervisando la operación ¿Qué padre en su sano juicio permitiría que su hija se subiera a una camioneta con extraños y una cámara?