La prodigiosa Gia Derza vuelve a saltar a la palestra pornográfica por ser la protagonista indiscutible de la película «Gia», el último y espectacular showcase de la franquicia Evil Angel. Una cinta de 2 horas de duración cuyo único propósito es retratar, de forma cruda, la sexualidad transgresora de la estrella norteamericana. Un auténtico regalo exclusivo para celebrar el nuevo año. En este caso, ha sido la expornostar Dana Vespoli la mente creativa encargada de dirigir el ritmo frenético del metraje, dividido en cuatro escenas de sexo duro rebosantes de penetraciones agresivas, bondage e imágenes psicosexuales intensas.
Esas escenas incluyen una furiosa doble penetración con Mick Blue y John Strong, un blowbang con seis hombres, una pelea lésbica con arnés y tintes anales con April Olsen y un intenso final anal con Ramon Nomar. Se podría decir que Vespoli, la talentosa directora artística, presenta a la culona starlet en un atrevido thriller psicosexual donde todos los agujeros son trincheras.
Y no lo decimos por decir, estamos ante la obra maestra de la señorita Derza, el escaparate pornográfico definitivo que libera al monstruo sexual que tiene latente en su interior. Expone cada hueco de su anatomía al clímax devastador, ya sea envuelta en celofán (fetichismo raro de cojones), atragantada o bajo la esclavitud del bondage. Sin olvidarnos del chorro volcánico de Gia, marca de identidad de la starlet allá por donde vaya.
Es difícil aislar una sola escena que destaque por encima del resto, pero la secuencia del asfixiante blowbang —repleta de mamadas que no dan ni un respiro a su tráquea— es una locura desde el punto de vista del sexo oral, con un matiz oscuro y siniestro. Es increíble como Gia puede desata una intensidad extraordinaria con el solo poder de su boca.
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