El canal de GentlyPerv, en la web de PornHub, es una mirada distinta dentro del subgénero de pilladas en la calle por ver desde el prisma masculino como es esto de captar a mujeres anónimas para que caigan en la tentación de grabar porno fugaz. Esta vez el reclamo no es un fajo de billetes, ni una proposición indecente directa, sino más bien el exhibicionismo extremo de su protagonista, un hombre obsesionado con masturbarse en sitios públicos con la esperanza de que alguna desvergonzada le meta mano. Lo que se dice la versión evolucionada del exhibicionista con gabardina pero aplicada a los nuevos tiempos, lo que ahora se conoce como flashing callejero.
El resultado es un material increíble de este sinvergüenza que siempre está al acecho de nuevas situaciones y localizaciones para vivir. Como si fuera una droga de la cual no se puede desenganchar. De momento solo tiene 30 vídeos subidos a su perfil, pero todos ellos con un método de captación femenina muy arriesgado que, en muchos países, está considerado delito sexual.
Eso sí, bien ejecutado, con una cámara oculta, exprime al máximo el morbo del fetichismo del mirón. No es vano, GentlyPerv es el gurú espiritual del movimiento vouyerista, un rompebragas que se vanagloria de poner cachondas a las viandantes y sacar a relucir sus fantasías más prohibidas.
A través de su canal podremos ver como estas mujeres sucumben a las bajas pasiones y se entregan como vulgares fulanas a este desvergonzado que se hace pajas y no tiene sentido del ridículo cuando le pillan con las manos en la masa. Con la señora de la limpieza, con la dependienta de una tienda de ropa en los probadores, en el coche buscando prostitutas callejeras, cascándosela en la terraza de un bar… cualquier lugar es bueno para masturbarse.
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