Solo un magnate del porno como Greg Lansky puede conseguir que dos bellezas oceánicas compartan planos de excelsa factura técnica en una misma escena de Vixen. Nos referimos a la última colaboración (y tándem sexual) de la potente americana Gabbie Carter con la diosa de la República Checa como es Little Caprice, dos starlets que hasta ahora han sido sospechosas habituales del imperio Lansky por culpa de ser dos diosas de acentuada sensualidad, escuderas de la belleza más pura y celestial. El resultado es una escena hipnótica donde el glamcore se desarrolla de manera natural, donde ningún elemento sale de su tono, al contrario de aquella escena donde Gabbie comparte plano con Riley donde ambas se muestran más bruscas, agresivas y con un matiz más americano y salvaje.