Que la directora Proxy Paige haya querido contar con la presencia de Alysa Gap en su película «I Fucking Love Berlin» solo puede significar una cosa: que el sexo anal extremo va a ser el núcleo central de la obra. Alysa es desde hace años una de las starlets rusas más salvajes y crudas del panorama porque entre sus asombrosas aptitudes se encuentra una capacidad sobrenatural para dilatar su esfínter anal al máximo. De ahí haber escogido como apellido la extrema acrobacia rectal, porque está proclamada como la emperatriz del anal gape. Pero vayamos al grano del asunto porque este film es un auténtico Road Trip pornográfico en el que el grupúsculo de estrellas contractuales de Alysa, Megan Inky y Brittany Bardot (esta última ya dio visos de su capacidad destructora) hacen un viaje a Berlín para encontrarse con el fundador de Evil Angel, John Stagliano.
Estamos ante una aventura caótica por carretera de tres días, en los que hay desnudos públicos arriesgados, orgías desenfrenadas, fistings imposibles y dobles penetraciones por doquier. Lo mejor llega al final cuando este clusterfuck culmina en el famoso Club swinger «Insomnia», un mítico local alemán de fiestas sexuales conocido por dar cobijo a viajeros de todo el mundo para celebrar las diferentes formas de vida del amor libre.