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Febby Twigs, el arquetipo vintage del siglo XXI

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La belleza de Febby Twigs me recuerda a aquellas starlets europeas de comienzos de los noventa que inundaron las cintas VHS durante la época dorada de la pornografía. Es como si su expresión facial perteneciera a otra etapa donde los rasgos sencillos con un halo de solemnidad eran los más buscados. Pero más allá de su afable rostro, Febby, no es una novata en esto del mete y saca. En realidad es una de esas jovencitas folladoras descubiertas por el estudio ExCoGi (Exploited College Girls) que llegó a grabar tres escenas para ellos de alto voltaje: anal, rectal y un trío. Con semejante pasado es normal que esta americana de 23 años con un bonito septum se haya paseado por estudios como Bang!, GangBang Creampies, Glory Holes Secrets, Drilled y hasta Hard X.

Lo más curioso de todo es que según su ficha en su agencia padece de problemas de audición siendo casi sorda, algo que no le ha impedido desarrollar su carrera en el porno americano. Además está abierta a trabajar con shemales o transexuales, algo que normalmente no ves en el catálogo de casillas de las starlets.

Por si fuera poco Febby es toda una acróbata sexual capaz de colocarse en cualquier postura a la hora de follar. Algunas posiciones son tan irreales que la única explicación es que haya trabajado en algo relacionado con el contorsionismo, posiblemente una exgimnasta hiperflexible que se retiró del mundo de la competición. Dios bendiga el deporte femenino.