Cuando nadie apostaba un duro por la nueva productora porno española Cumlouder, una actriz porno se prestó como voluntaria para rodar su primera escena porno. Se trataba de Fayna Vergara y su «Full Equip» de teta tuneadas. La catalana lucía un look bastante diferente al de sus últimas escenas. Tenía más kilos encima y una figura mucho más voluptuosa acorde a los cánones de las pornostars. No lo vamos a negar, era un auténtico volcán en erupción de mujer, su ninfomanía declarada ya la exhibía sin tapujos desde sus inicios. El escenario escogido para esta mítica escena del salón de la fama de la empresa del porno español fue una vulgar cocina. Una cocina para echar un quiqui de lo más normalito, pero que con los años se convirtió en algo legendario por la sucesión de eventos que desencadenó en el panorama pornográfico de toda España.
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