El universo hentai es tan amplio que apenas podríamos dar cabida a todas sus particularidades. No obstante, existe una singularidad digna de ser mencionada en estas eróticas animaciones japonesas: los monstruos con tentáculos. Y es que solo de la mente de un enfermo podría surgir la rocambolesca idea de usar tentáculos como símbolos fálicos para penetrar a los personajes femeninos. Increíble lo que algunos son capaces de hacer para eludir la censura japonesa de los genitales.
- «Urotsukidōji: La Leyenda Del Señor Del Mal» (1987)
- «Demon Beast Invasion» (1990)
- «La Blue Girl» (1992)
De hecho, esta pervertida ocurrencia tuvo lugar en el siglo XIX por culpa del pintor japonés Hokusai, que no se le ocurrió otra cosa que ilustrar una xilografía erótica de una mujer siendo penetrada por los tentáculos de varios pulpos, entrelazados en sus piernas. El grabado nipón fue conocido como «El sueño de la esposa del pescador» y supuso un tabú social cuyo impacto perdura hasta nuestros días por tratarse, sin pelos en la lengua, de un pulpo haciéndole un cunnilingus.
Aunque puede que este trabajo de ukiyo-e japonés sea la obra cumbre del erotismo con tentáculos de criaturas marinas, el que renovó y dio vidilla a este estilo con criaturas imaginarias de por medio fue el gran artista Toshio Maeda, creador de la legendaria saga «Urotsukidōji» (1986), y todo un visionario de esta temática tan excéntrica, frecuente y pornográfica en el manga hentai.
Toshio es el padre moderno de este género de los apéndices monstruoso en las relaciones sexuales de los mangas. El inventor de las historietas anime llenas de abusos, dominación y violaciones por parte de musculosos demonios malvados. Criaturas fantásticas salidas de su imaginación con el objetico de evitar la maldita ley japonesas que impone la censura a los genitales masculinos y femeninos. Una brillante idea pues los animales ficticios no son reconocidos como humanos ni personas.
No sabemos si detrás de estas imágenes ilustradas se ocultan deseos subyacentes de violación, pero lo que está claro es que es un fetichismo exclusivo del manga de lo más popular y por eso hemos seleccionado sus mejores exponentes o trabajos, tanto en papel como en formato audiovisual (anime o manga), los cuales son per se los más reconocidos del mundo.
«Urotsukidōji: La Leyenda Del Señor Del Mal» (1987)
Sin duda una de las series manga más aclamadas fue Urotsukidōji. Posiblemente la obra maestra de Toshio Maeda (el autor más influyente del mundo occidental) cuya originalidad sexual traspaso todas las fronteras. Un clásico adaptado al anime (6 OVA’s). Los motivos saltan a la vista en cuanto comienzas a ver el pervertido erotismo que surge de este universo paralelo apocalíptico lleno de monstruos (Jyujinkai), humanos y demonios (Makai) con muchas ganas de usar la violencia y el sadomasoquismo para practicar sexo. A día de hoy seguimos sin saber a cuántas vírgenes se folló el maldito Chōjin.
«Demon Beast Invasion» (1990)
Esta serie de manga escrita e ilustrada por Toshio Maeda fue adaptada a 6 OVA’s (anime de animación de video original) del mismo nombre en 1990, seguida de Demon Beast Resurrection en 1995 ¿La razón? Lo mucho que gustó ver como una raza de monstruos antropomórficos violaban con sus tentáculos a jóvenes terrícolas.
«La Blue Girl» (1992)
El icónico manga de Maeda alcanzó tal éxito mediático en 1992 que hasta fue adaptada al cine real. Eso sí, con un nivel de perversión tan elevado que fue prohibida y censurada en Inglaterra. No es para menos, la cantidad de violaciones con apéndices marinos es incontable. No obstante, es más liviana que Urotsukidōji al tener toques de humor y tiene más OVA’s que su predecesora. Hasta un videojuego de ordenador tiene a su nombre.
En cuanto a su historia es un mero preámbulo para ver a varios clanes ninja fornicando entre ellos. Miko Mido sería la heroína de rigor que es perseguida por varios hombres demonios durante una misión para salvar el mundo. Tan entregada a la causa que no duda en servirse ella misma como carnaza para los rituales sexuales.
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