En JaqueMateAteos apodamos acertadamente a la pornostar Erin Everheart como la Pippi Långstrump del porno (Pipi Calzaslargas para hispanohablantes) y no nos equivocamos en señalar que su mejor baza era poseer una estética pictórica y alejada de convencionalismos. Como un atractivo extravagante que espías con el rabillo del ojo porque te da vergüenza admitir que te gusta. De hecho, sus facciones caricaturescas no se pueden pasar por alto ni cuando es utilizada como recurso humano en Tushy, donde ha vuelto a ganarse al público con un rostro lleno de vicio y locura. Una de las mejores performances sexuales que hemos visto en años por el buen uso que hace de acrobacias y capacidades contorsionistas, de poner carantoñas y abrir los ojos al máximo y de ser una de las pelirrojas lechosas de piernas kilométricas con más sex-appeal del momento.
in Sodomía
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