A pesar de que la tendencia a entintarse la piel en el porno se está diluyendo gracias a las nuevas generaciones de chicas de aspecto limpio, todavía quedan algunas aspirantes instruidas en la escuela de la tinta. Una de ellas es la inglesa Emma Louise cuyos tatuajes en la cara trasera de sus muslos nos recuerdan a la pornostar Kali Roses, salvando las diferencias. Y es que no hay nada como inmortalizar unas palabras a golpe de punzón dérmico para que te coloquen la etiqueta de choni para el resto de tu carrera. Así es Emma, una asceta de la estética geordie; las que llevan rímel en sus pestañas de fulana, tetas de goma y unas extensiones morenas compradas en el mercadillo de su barrio. Como mandan los cánones londinenses de Fake Taxi.