El despertar pornográfico que ha sufrido Emma Hix estos últimos meses la ha mutado en una pornostar totalmente distinta a su anterior yo encasillado con el porno incestuoso. Casi se nos antoja que juega en una liga superior a su correspondiente nivel cuando Hard X la ha fichado para realizar su primera doble penetración siendo empalada por Ramon Nomar y Mick Blue. Su secreto, una figura sin adulterar envidiable (a los que les guste delgadas) en sintonía a esta nueva generaciones de actrices de cuerpos naturales que se alejan del estereotipo de pechos agigantados anclado del siglo pasado. Eso y que aunque a priori no es la más guapa del panorama —bajo ciertos ángulos su frente parece una calva con peluca— tiene un poderío escénico tan genuino que el morbo se dispara hasta cotas inauditas.