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El espectacular cuerpo desnudo de Elsa Anka a sus 54 años

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Para muchos Elsa Anka fue la presentadora española más famosa de los años 90 y todo un mito erótico de la época de Emilio Aragón. La que nació en los lejanos años 60 en la ciudad de Barcelona comenzó su andadura profesional como modelo de ropa gracias a sus esculturales medidas, que le sirvieron, entre otras cosas, para convertirse en uno de los rostros más famosos de la pequeña pantalla ¿Quién no recuerda su paso por el programa «El Gran Juego de la Oca» (1998), «Polvo de Estrellas» (1990) o el reality «La Isla de los Famosos» (2003)? O mejor todavía, su impactante desnudo en Interviu, que puso el broche de oro a 1500 publicaciones de la revista española.

Actualmente, a sus 54 años, tras haber protagonizado innumerables sesiones fotográficas en bikini, y haber roto el corazón a multitud de amantes, ha cedido el testigo de la fama a su hija Lidia Torren, la camarera copresentadora del dating show «First Day» de Cuatro. Juntas y revueltas van a todas las celebraciones, actos y premios donde se ponga una alfombra roja y los flashes de las cámaras de los paparazzis cieguen a los asistentes.

Viendo imágenes de archivo tenemos que decir que la presentadora catalana, a pesar de ser actualmente una cincuentona, parece que haya hecho un pacto con el diablo para mantener esa figura altamente erótica que desde siempre la ha caracterizado. Ni su pecho, ni su rostro, han cambiado un ápice desde que la conocimos en «Todo en familia» (1999) de TVE junto a Ramón García. Sigue siendo la misma tía buena, alta, esbelta, con piernas largas y cintura estrecha ¿Cirugía? A cascoporro, pero su buena genética es innegable.

Con razón el Instagram de Elsa Anka echa humo cada vez que sube alguna foto de sus abdominales o piernas estilizadas. No se hacen de esperar los piropos y declaraciones de amor (algunos demasiado subidos de tono) ante la increíble belleza que aún atesora la famosa española. Se nota que por sus venas corre sangre de modelo, distinta al del resto de mujeres, deteniendo el envejecimiento y manteniendo su jovial energía.