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El porno divertido y humorístico de la hermosa colombiana Barbie Rous

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Por supuesto, no hace que una actriz porno sea buena el hecho de meterse por cualquiera de sus orificios miembros por doquier, a modo de agujero negro interplanetario; como, por ejemplo, esas escenas, muchas veces sórdidas, que se filman en Praga por una productora especializada en porno extremo, donde las ingestas de orina son habituales, así como las dobles y triples penetraciones, como si el lema fuera “quién da más”. De hecho, tales prácticas se podrían catalogar hasta de parafilias, pero ya saben que en el sexo todo vale si hay consentimiento de las partes implicadas, y las preferencias tanto de los protagonistas como las del público son muy diversas. Hemos recurrido a esta introducción porque durante los últimos años son muchas las colombianas que hacen todo tipo de acrobacias en dicho sello europeo, pero resulta bastante obvio que la única razón del asombroso despliegue sexual, o incluso “circense”, es el dinero, sin atisbo de disfrute por parte de las protagonistas. No es el caso de la hermosa colombiana Barbie Rous, carismática y expresiva como pocas y un auténtico espectáculo ante las cámaras sin necesidad de recurrir a meterse tres pollas por el ojete con cara de circunstancias.