Aunque las comparaciones son odiosas nos ha sido imposible no comparar a la pornostar afroamericana Ebony Mystique (34 años) con la famosa instagramer (y también actriz porno) Moriah Mills. Ambas son dos subproductos de chocolate artificial que han hecho de sus cuerpos un escaparate de silicona barata y operaciones estéticas, pero en el caso de Mystique es todavía más desconcertante por el mal resultado obtenido. Si Moriah es goza de esponjosidad cárnica, Mystique es todo lo contrario, una amazona musculosa cuyo cuerpo es un escaparate de curvas tan desproporcionadas que asustan al pornófilo más versado. Por no hablar de que la impresión de ser una adicta al crack y se atiborra a comer a diario en el Kentucky Fried Chicken.
Sea como sea sus gruesos muslos y culo catastrófico parecen estar cubiertos de tres capas de grasa fruto de algún accidente evolutivo, dando como resultado una especie de pantera negra del porno no apta para todos los paladares. Su talla de busto 36DDD es tan antinatural como los dos pegotes de plástico que tiene por tetas. Viendo el percal uno se puede imaginar que es asidua a estudios como All Black X —allí perdió la virginidad anal con Prince Yahshua—, pero no como MILF en Brazzers. Sin duda, un capitulo oscuro en el historial de la productora yanki.