Puede que a muchos de vosotros no os suene el nombre de Dunia Montenegro, pero estamos ante la hembra que cimentó la base de la industria patria del porno. Una impactante brasileña de curvas peligrosas (aunque vivía en Barcelona desde su adolescencia) que era una conocida empresaria que, a mediados del 2000, llevó a cabo varios proyectos para ayudaron a crear una sólida industria en el porno nacional. De hecho, esta antigua pornostar vivió en sus carnes la precariedad del porno español. Una oscura época donde todavía no existían importantes renombradas productoras como Cumlouder, Leche69, Fakings o Mmm 100.
Sus inicios se remontan a cuando tenía 23 años, sobre el 2003, una época en la que Dunia era un culo inquiero y se lo montaba por su cuenta propia con una empresa de espectáculos eróticos, demostrando un olfato único para los negocios. Un pasado muy movidito, ya que la brasileña era puro fuego cuando se subía a los escenarios y ejecutaba estriptís. Su soltura era inaudita y muchos la consideran un prodigio en el plano sexual, con un cuerpo espectacular que derretía entrepiernas. De hecho, su rostro encandilaba por combinar cierta dulzura con el exotismo propio de su tierra natal.
Una todoterreno que igual trabajaba como instructora de artes marciales, bailarina erótica, gogó de discoteca, estríper o empresaria de cualquier chiringuito que diera dinero calentito. Allá donde había un espectáculo relacionado con el sexo estaba ella para sacar tajada. Una profesional intachable en todo lo que metía las narices. Fueron estas vivencias las que curtieron en mil batallas y forjaron a esta superviviente que logró hacerse a si misma follando ante las cámaras. Aunque buena parte de la culpa de esto fue por tener físico que por aquel entonces no se prodigaba mucho a nivel nacional: una mulata caribeña de gestos melosos, mirada lasciva y encantadora sonrisa blanca.
Su experiencia acumulada le permitió desde 2004 no tener filtros a la hora de grabar escenas de sexo; hacía de todo con todos, aunque sin llegar a lo extremo, y hasta su ninfomanía laboral traspasó la frontera ibérica cuando enamoró con su sensualidad natural a directores europeos como Lexington Steele, John Stagliano o el gran italiano Rocco Siffredi. Normal que, con esa personalidad arrolladora, haya ganado multitud de premios pornográficos tanto a nivel nacional, europeo y hasta internacional.
Dunia era un rostro lleno de vida y de vicio que supuso un punto de inflexión en el panorama del sexo filmado español, siendo la creadora de varios proyectos importantes que ganarían premios en el FICEB y hasta acompañaba de la mano a amigas que querían probar las mieles del porno, como fueron Natalia Zeta y Salma de Nora (en otro momento os hablaremos de ellas). Lo que se dice una «Big Boss» del negocio del sexo filmado. Una mente calenturienta que se implicaba al 100% en las escenas de mete y saca.
Como no podía ser de otra forma, esta latina inquieta tenía que tener su base de operaciones en Barcelona, desde donde orquestaba sus apariciones en las películas porno más famosas de aquella época. Fueron los años de las producciones de IFG, los cameos con Nacho Vidal en Evil Angel, las colaboraciones con Torbe, las nominaciones en los certámenes españoles del FICEB (aunque desgraciadamente nunca logró un premio Ninfa), su colaboración estelar con el dotado afrosemental Lexington Steele…
Su exótica presencia inundaba allá donde su fama llegara. Igual presentaba una gala pornográfica como acudía al Salón Erótico de Barcelona para hacer ella misma los shows en vivo. Dunia Montenegro poseía una personalidad arrolladora mezclado con un exotismo desbordante propio de latitudes latinoamericanas. Una argamasa de lo mejor de ambos países; España y Brasil metidos en el cuerpo de una mujer.
En la actualidad, y con 44 años cumplidos, Dunia está en paradero desconocido, aunque rebuscando un poco por la red una topará con algún negocio que controla y ejerce como jefa en la sombra: fue relaciones públicas para la web de «Actrices del Porno» (según dicen la La pagina mas premiada en España, aunque ya la cerraron hace años) y tiene una agencia de modelos erótica desde donde aporta la carne fresca a la industria de adultos. Las deseadas novatas. Aun así, todavía le queda mucho sexo en vena y de vez en cuando hace una escapada a alguna feria para participar en espectáculos pornográficos. De esos que suben al escenario a gente del público. Atrás quedó ya su carrera como pornostar española, que parece terminada definitivamente en 2016. Aunque según dicen todavía se mantiene en activo en el mundo de las webcams, desde donde sigue ofreciendo ilusión y fantasías a su abnegada legión de fans.
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