Con un palmarés de más de 250 películas a sus espaldas, la actriz Domonique Simone (Deidre Morrow de nombre real) se postuló como una de las pornostars negras más sobresalientes del porno de antaño. La nacida en 1971 destacó por ser una notable modelo pornográfica de las revistas de Hustler a los 18 años, mucho antes de convertirse en una de las principales estrellas en el negocio de adultos y protagonizar los films más aclamados de la década de 1990. Sin olvidarnos de que se hizo más famosa todavía por sus frecuentes apariciones, y actuaciones estelares, con el director/actor porno Sean Michaels, el primer director masculino afroamericano en la historia del cine de adultos de Norteamérica.
Los pornófilos más viejos la conocerán por haber participado en la saga de mujeres negras más popular del siglo XX, «Booty Talk #17» junto al legendario Lexington Steele, y hasta dejó caer sus inmensas tetas por un videoclip rapero de Snoop Dogg y Brian McKnight. No en vano, es la 4ª mujer afroamericana en ser incluida en el Salón de la fama AVN. Todo un logro social que sirvió para abriría las puertas de la diversidad étnica en una industria muy cerrada de mente.
En lo que respecta a la anatomía de Domonique Simone, una marca notable de su contundente físico fue la gran cantidad de cirugía plástica a la que se sometió. Su nariz, mejillas y diversas partes de su rostro, experimentaron cambios drásticos bajo el cuchillo del cirujano, pero sobre todo sus pechos fueron los que más modificó, añadiéndose unos demenciales implantes mamarios para aquella época.
Lo más sorprendente es que, pese a tener unos tetas operadas que parecían tener vida propia por el descomunal tamaño que tenían, a mediados de la década de 2000 se volvió a aumentar varias tallas de más. Con un volumen de implantes de silicona tan demencial que terminaron por encumbrarla al Olimpo de las tetonas negras. De hecho, viendo las fotos de sus cuentas de Instagram y Twitter sabemos que todavía los conserva. Por si queréis comprobarlo vosotros mismos.
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