El llamado pacto anal que el Mike Adriano firmó con la adolescente Dixie Lynn concedía al famoso pornógrafo degustar en solitario su blanquecino ojete en 5 diferentes ocasiones. Una promesa que la joven pornostar casi firmó con su alma y ya está dando sus primeros frutos —nosotros mismos publicamos su defloración anal en True Anal— en forma de espectáculo visual de lo más morboso por el plus que aporta saber que el tesoro más preciado en la industria de adultos es un culo virginal que no ha catado rabo. Una jugada maestra del buldócer de ojetes californiano para explotar esa imagen de tímida lolita cándida que tanto vende en el mundo del porno. Hace poco el pornógrafo se cobró la segunda vida de Dixie en las estancias de Nympho introduciéndole su famoso dedo por el ano poniendo cachondo al fan service. Y eso cuenta como anal.