Volvemos a disfrutar de Jynx Maze

La vuelta al porno de la latinísima Jynx Maze venía con mucha letra pequeña en su contrato que se nos pasó por alto, aunque no necesariamente tiene que ser una cosa mala: la princesa Inca famosa por el perímetro de sus posaderas frecuenta a ritmo variado los estudios porno. El resultado son oleadas de trabajo combinadas con épocas de escasez. Esta descompensación laboral da como resultado pocas escenas y muy esparcidas a lo largo del tiempo. Pero no hay mal que por bien no venga, y si la falta de regularidad en el oficio nos hace añorar la intensidad de la sangre latina que corre por sus venas, en época de crecida nos pegamos un buen atracón saboreando cada centímetro de su glorioso culo. Sobre todo cuando nos llegan trabajos en el que el beneficiario de su cuerpo es su propio hermanastro.