Aunque no todos los fanáticos del porno son amantes del amor de puerta trasera, si que prácticamente todos disfrutaron de aquel doloroso e insufrible primer anal que protagonizó Dillion Harper en los albores de su profesión cuando fue contratada por Let’s Try Anal allá por 2012. En aquella ocasión el buen hacer de esta encantadora alimaña sexual —su expresión pícara y adorable siempre han jugado a su favor a la hora de imprimir inocencia— aportó un extra de morbo al ver penetrada su retaguardia en una de las escenas de sexo anal menos disfrutable (para ella) de la última década. Una escena en en donde se ve que se la pasa muy mal, tanto que no volvió a dejarse penetrar por ese pequeño orificio en toda su carrera.
in Sodomía