Pennywise
La actividad lúbrica de Daisy Stone se circunscribía casi en su totalidad a montar pollas sobre sus santas posaderas para deleitarnos con su demencial culo, unas posaderas a las que ya honramos como se merecen en la batalla de las culonas. Pero recientemente NubileFilms nos ha rebelado casi de forma profética una nueva faceta de esta culona americana; la acometida de sus mamadas. Viendo ese deleite de capacidad felatoria en este polvo mañanero nos es imposible apartar la vista y tenemos la obligación de darle al uso que hace de ellas la debida importancia. Fijaos en la pasión que le pone, la actitud, la mirada candente, un ejercicio de maestría bucal donde todo su rostro está en sintonía con lo que tiene que hacer.
