Si existe un atributo físico del que pueda presumir Kelsi Monroe ese es su increíble culo. Durante su carrera se ha encargado de labrar una reputación basada en explotar al máximo toda práctica sexual que se ejecute con sus santas posaderas. A estas alturas de la película es normal que se lo tenga un poco creído y presuma de trasero exhibiéndolo por toda la ciudad a bordo de una camioneta. Este despliegues de orgullo de glúteos no son especialmente de excelsa factura, sino más bien fruto de la improvisación de un día de locura en Public Bang de BangBros. Una excusa barata para producir un poco de sexo callejero furtivo al estilo de pilladas en la calle y sacar a relucir la flexibilidad privilegiada de esta starlet que pone de relieve su total dominio sobre cualquier situación.