Muchos de nuestros lectores se enamoraron empedernidamente de Coco Lovelock cuando presentamos su discreta propuesta física: 1,47 de estatura, cara de niña caprichosa y risueña y la elasticidad suficiente para poder ejecutar sin pestañear la postura ‘Full Nelson’. Lo que se dice una reina de las tallas pequeñas. No obstante, su camino hacia la cima pornográfica está resultando ser más accidentado de lo que imaginaba, ya que hace unos meses se enfrentó a un auténtico titán en la industria de adultos que se las hizo pasar canutas: el afroamericano Dredd. Nuestra liliputiense se involucró con el gigante negro en esta escena de Jules Jordan donde el tremendo contraste con su hiperpolla por poco le cuesta un pulmón cuando le practica sexo oral. Casi nada.
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