Puedo que sea muy atrevido atribuir a Claudia Molina el estatus de mito erótico de nuestra juventud, pero lo que está claro es que su paso por la serie de Televisión Española «Ana y los Siete» (no os perdáis las imágenes más eróticas de su protagonista Ana Obregón) es muy recordado por los españoles. La que era la hija mayor de la familia Hidalgo y una adolescente predispuesta a los problemas ha pegado el estirón y se ha convertido en una atractiva mujer de 35 años que ha colaborado en películas de índole erótico. Por lo visto, ha permanecido ligada al mundo de la interpretación, ya sea en la tele, teatro o haciendo cortometrajes como «Los Moños» (1995), «Vivo Cantando (2013), «Hospital Central» (2000) «Servir y Proteger» (2019)…
Pero vayamos al grano y centrémonos en la obra más picantes de esta barcelonesa nacida en 1985. Hablamos de la atrevida película «Lucero» (2019), en la que aparece en varias secuencias como Dios la trajo al mundo y hasta en un tórrido encuentro sexual con felación incluida. Y es que la actriz española se puso en la piel de una vampiresa aficionada al topless que mataba a sus amantes, una moda cinéfila que en JaqueMateAteos seguimos muy de cerca porque ya son varias las actrices (Miriam Giovanelli y Marta Flich) las que han hecho de novia sexy del Conde Drácula.
A más de uno le producirá priapismo, pese a que sus pechos están claramente operados. Al menos es un buen indicativo de que no se ha encasillado con ningún personaje y quiere comerse el mundo a través de la pequeña pantalla.
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