La chica de la biblioteca, Kendra Sunderland, se declaró culpable la semana pasada de cargos contra la conducta y exhibición obscena. Fue condenado a pagar una multa de 1.000$ por presuntamente masturbarse en público. Kendra fue citada por las autoridades después de que investigadores recibieron informes acerca de su vídeo grabado de 17 minutos en la Biblioteca del Valle en el campus de la Universidad Estatal de Oregón donde una se masturbaba, un vídeo viral que terminó en muchos pornotubes para adultos como PornHub. A partir de aquí todo es historia, quedando a merced de las ofertas del mundo del porno. Está claro que este comportamiento es fruto de una sociedad enferma donde los valores morales se pisotean y se destruyen simplemente por obtener un puñado de dólares y/o por diversión. Lo tiene bien merecido por puta y asquerosa, ojala le hubieran metido en la cárcel.
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