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Camila Cortez, un ángel colombiano enviado al porno yanki

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La primeriza Camila Cortez lleva pocos meses patrullando por el porno yanki y ya ha captado toda nuestra atención por venir de una nueva promoción de starlets latinoamericanas cuyo principal atractivo es tener un semblante dulce e inocente (ver a Destiny Cruz para entenderlo). Tiene 21 años, es de origen colombiano y su inexperiencia frente a las cámaras es tan palpable como la humedad de sus dos agujeros, lo que la convierte en la cobaya perfecta para el campo de tiro de My Dirty Maid y Bangbus. Ya sabéis, la sección racista de Bangbros donde trabajadoras sudamericanas sin papeles limpian las casas de señoritos y son tentadas sexualmente con un buen fajo de billetes. Viéndola de cerca es como un ángel enviado a la tierra a pecar.