La cantidad de novatas que están llegando a la industria desde pueblos paletos de la profunda Norteamérica es una auténtica locura. Parece que aquello es un caldo de cultivo donde germinan jovencitas con pocos escúpulos y ganas de conseguir dinero fácil. Britt Blair es de las últimos soplos de aire fresco que se infiltraron en el porno desde estas localizaciones y, aunque vaya dando tumbos por el negocio desde finales de 2021, todavía no habíamos tenido el placer de presentarla en JaqueMateAteos.
Nacida en Idaho en el 2003, es la típica starlette que con 19 años deja los estudios de secundaria para probar suerte chupando pollas en el cine X. De hecho, era una belleza radiante y natural que fue elegida reina del baile (Prom Queen) para su último año de instituto. Al menos antes de que se fugara a la Costa Oeste para grabar una escena anal en el estudio Backroom Casting Couch, nada más debutar a finales de 2021. Y es que con sus 1,57 m, 45 kilos, piel lechosa y cabellos cuasi albinos estamos ante una aprendiz de formato de bolsillo que quiere vivir precozmente el sueño sexual americano.
De momento, no podemos decir que su experiencia sexual sea sólida. Está siendo subestimada al grabar solo para compañías de segunda fila, como Team Skeet o Cherry Pimps, aunque ha empezado a rodar a las órdenes de Blacked Raw o Naughty America. Puede que le falte alimentar sus instintos básicos —dicen las malas lenguas que tiene una expresión facial desagradable en las escena de sexo oral— pero tampoco es razón para tenerla encerrada en el nicho de las hermanastras e hijastras, derrochando su talento en papeles que no tienen recorrido.
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