Que la exmodelo de naturaleza expansiva Avery Cristy haya sido coronada recientemente como una Vixen Angel —nombramiento mensual que reciben las pornostars en la compañía Vixen Media Group junto a un collar de oro y brillantes diamantes de la marca Tiffany— explica la extraña obsesión que tenían con ella en los sets de rodaje del ya retirado Greg Lansky. Y es que la joven estrella de mirada felina (sus oscuras pestañas postizas acentúan sus sensuales rasgos) tenía un suculento contrato bajo el brazo que le permitía rodar en todas y cada una de sus delegaciones. La última colaboración de este espíritu libre ha sido en la casa de Kayden Kross, la directora de Deeper, en una escena con el grande y peludo Manuel Ferrara donde se deja claro el daño que ha hecho la película «50 Sombras de Grey«.
Loading…