Sería casi una ofensa para los pechófilos tapar bajo mandato divino la silueta tetil de la pornostar Ella Knox. Recordemos que el activo más valioso de la estadounidense son unas tetas naturales de tamaño descomunal cuya caída nos evocaba a las pin-up de los años vintage americanos. Su exceso de voluptuosidad en su tren superior no ha debido ser muy bien recibido en una ciudad tan islámica como es Dubai, lugar escogido por la productora para simular la escena. Tapada de arriba a abajo y hasta que su propio hermano no la desviste fruto del deseo, no podemos ver a esta tetona de ubres colgantes, casi una obra de ingeniería confeccionada por la madre naturaleza. Repite en una compañía en la que parece estar muy cómoda, Family Strokes.
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