A Athena Faris la habían mantenido al margen de la más granado del porno por motivos que escapan a nuestro entendimiento. No es que sea un pibonazo, pero resulta una pornostar muy atractiva —aunque esa distancia de separación entre sus ojos le den un toque de desequilibrada mental— y se mueve bien dentro de lo reducido de su propuesta. Puede que haya entrado con mal pie al grabar su debut con Net Video Girls y meterse en un agujero sin que sepamos nada de ella, algo que afecta a la carrera de cualquiera, pero estos últimos meses se ha tomado tan en serio el oficio (aquí las pruebas) que el visionario Greg Lansky ha querido contar con su presencia para incluirla en una apasionante escena de Blacked Raw con el forzudo Jax Slayher.
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