La belleza singular de Arietta Adams no lleva ni un año tragando sables en la industria de adultos americana y ya ha enamorado a toda la comunidad pornófila (lo que confirma mi teoría de que las pelirrojas son sexualmente superiores). Ya desde sus inicios pertenecía a esa camada de novatas con aspecto de inocentonas que no esperan ni un segundo para sacar su lado más salvaje, dejando claro que las coloradas son puro fuego. En sus últimas apariciones en Dogfart viene a corroborar esto mismo; que es un animal sediento de pollas y que disfruta como una perra en celo cuando en una blowbang le ponen un ramillete de 10 rabos negros en el rostro. Una imagen del todo irresistible para sus seguidores verla con esa enorme sonrisa mientras su rostro es mancillado por una decena de mandingos.