Podíamos haber puesto su impresionante aparición con Rob Piper en el sello nocturno de Lansky, Blacked Raw, para presentarla en sociedad, o su más reciente aparición para Jules Jordan con Manuel Ferrara, pero sinceramente no creo que le hagamos justicia a Aria Lee si lo que queremos es exponerla tal y como es. No digo que su actuación follando negros desmerezca ni la haya sobrepasado, pero para ser neutrales a la causa de la pornografía hay que dar prioridad a su lado más natural. Me refiero a exhibir a la starlet sin adulterar, tal y como se hizo en New Sensations donde su vena más adorable y encantadora sale a la luz. Y es que hay cosas que se llevan en la sangre y el de Aria es una cautivadora hija de papá, la típica lolita modosita que seduce a maduritos.