La llamaban «La Diosa del Erotismo» y no era para menos. La californiana Aria Giovani representó a principios del siglo XXI (2000-2017) el summum del erotismo cinematográfico X. Una modelo de glamour estadounidense que se hizo tremendamente popular por poseer una extraordinaria belleza combinada con unos pechos naturales tan bonitos que se ganaron el respeto por no haberse sometido jamás a cirugía y/o silicona. Y no lo decimos nosotros, sino las ingentes hordas de boomers y pollasviejas que se pajeaban con esta perfecta diosa celestial cuando internet funcionaba con ruidosos módems de 56K.
Aria Giovanni fue un hito cultural, icono erótico de toda una generación y una sex symbol de los pornotubes de época. Caló tan profundamente en la psique humana que llegó a ser el canon ideal de starlet en los años posteriores y sus ansiadas galerías de fotos (tiene un repertorio que va desde el fetichismo hasta el bondage artístico), que están casi extinguidas de forma pública, siguen guardándose a buen recaudo en los discos duros de muchos coleccionistas.
Pero retrocedamos en el tiempo para comprender los inicios en el mundillo de Cindy Renee Petro, su nombre real antes de comenzar su epopeya lúbrica. Concretamente a 1998, donde con tan solo 21 añitos (1998) recién cumplidos la señorita Giovanni respondió a varias ofertas de trabajo relacionadas con el modelaje erótico para pagarse los estudios de la carrera de biología. El hecho de que le gustara y ganara dinero rápido facilitó las cosas para que diera un pequeño salto al porno softcore lésbico y fuese chica de portada de páginas web amateurs como Bubble Girls, Seductive Amateurs y la archiconocida por aquel entonces Busty Amateurs.
A partir de aquí los fotógrafos y cineastas de moda empezaron a rifársela e incluso la legendaria fotógrafa Suze Randall se moría por contratarla y retratarla a través de su lente para que saliese en la portada de la revista PentHouse. Y menuda portada de septiembre del año 2000. Batió récords de venta en EE.UU, la nombraron ipso facto Penhouse Pet del mes (mascota erótica de la casa) y consiguió la popularidad por la que hoy en día todavía es recordada.
No tardó en ser contactada por el mítico pornógrafo estadounidense Andrew Blake (el padre del softcore lésbico norteamericano), convirtiéndose en su musa por excelencia y siendo expuesta, cual bello animal femenino, como protagonista en icónicas películas que perduran hasta el presente: Aria (2001), Girlfriends (2001), Blondes and Brunettes (2001), Naked Diva (2003), Justine (2002), Virtual Lap Dancers (2005) y hasta un total de 116 títulos eróticos inolvidables. Fue la época en la que era por derecho propio la mejor actriz lésbica estadounidense, con la dificultad añadida de que apenas se ensuciaba. Incluso llegó a practicar sexo lésbico con la gran Tera Patrick.
Por desgracia, la aclamada modelo nudista de Los Ángeles se negó rotundamente a filmar escenas de porno explícito, así como sexo hardcore con hombres. Ni siquiera las ofertas más suculentas y los cheques en blanco pudieron hacer cambiarla de opinión para evadirse más allá del sexo filmado aterciopelado. Su respuesta siempre fue negativa… excepto en una ocasión en la que por razones desconocidas cayó en el pecado mortal y probó prácticas sexuales no demasiado bien vistas.
Como íbamos diciendo, Aria Giovanni casi nunca pasó de los tribadismos y cunnilingus implícitos que rodó con el director Andrew Blake, pero hubo una vez en la que cruzó su propia línea autoimpuesta —tocamientos en solitario y con lesbianas— para hacer una asombrosa escena de masturbación donde realiza la práctica del fisting y coquetea con la lluvia dorada. Un punto negro en su carrera del que se ha mostrado profundamente arrepentida en diversas entrevistas y un error que jamás volvió a cometer. Para desgracia de sus legiones de cachondos seguidores.
El vídeo en cuestión pertenece al estudio Bubble Girls y fue filmado en el año 1998. En él podemos ver como fruto de su propia insensatez experimenta con su perfecto cuerpo metiéndose un puño por la vagina, así como diferentes objetos inanimados. Nosotros nos quedamos con sus galerías de fotos eróticas y posados sin ropa. Después de todo hay veces en las que es mejor insinuar que enseñar. Una ninfa como ella bien se lo merece.
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