Alyssa Bounty puede ganarse la vida como modelo de pasarela, actriz de cine convencional o ser una despampanante playmate viviendo en la mansión de PlayBoy, pero prefirió dar solvencia a un ano acompañado de un coño magníficamente depilado y eligió el porno europeo como plataforma para exhibir su arrolladora belleza de diosa del Este. Para más inri, las intervenciones de la starlet venida de frías tierras Moldavas se dividen entre producciones con tintes hardcore (ha rodado anales y DP) y eventuales colaboraciones softcore con el entramado de 21Sextury. Una versatilidad que recientemente le ha abierto las puertas del estudio «Monster Cock» (Bangbros) para enfrentarse con la polla negra más monstruosa que se ha encontrado hasta la fecha: la del actor Freddy Gong.
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