Aunque vayamos con varios años de retraso (debutó en 2019), nunca es tarde para presentar en nuestra parroquia a una tierna y adorable belleza como Allie Addison. Una pornostar de 21 primaveras que, a juzgar por su virginal y pulcro aspecto, parece mentira que surja de la sucia y maloliente Detroit (la ciudad más infame de Estados Unidos). Y es que su compacto metro y medio de altura, sus cautivadores ojos verdes que te succionan el alma cuando te la chupa y esos ricitos de oro que tiene por cabello son material de primera calidad para todo tipo de traficantes de obscenidades. Sitios como JaysPOV o Broken Babes ya han vendido una parte de su alma para filmar en formato POV a esta digna representante de las «Tiny Girls» (chicas diminutas).
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