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La humillación sexual que hizo abandonar a Alina Li

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La pornostar Alina Li se dio a conocer por una concatenación de factores que solo se dan cuando se alinean los astros: un físico estilizado único en su especie (fue de las pocas starlets chicas del porno yanki) conjugado con un culo respingón rebosante de magnetismo. Pero sobre todo por aquella humillación sexual que sufrió entre los pasillos del supermercado escogido por el personal de Public Disgrace para filmar una agresiva escena de Kink. Fue justo después de aquella sesión degradante y repleta de vehemencia sobre su cuerpo cuando se dio cuenta que había excedido sus propios límites y decidió retirarse del negocio pornográfico. Supongo que Alina creyó estar preparada para el porno más duro, ese que requiere madurez, alta autoestima y una convicción férrea en tus actos y parece que su cabeza no estaba tan bien amueblada como ella pensaba.