En el lejano año 2013, la productora Jules Jordan estaba obstinada en revitalizar el morboso subgénero pornográfico de los uniformes. De la misma manera que embutieron a la sempiterna MILF Lisa Ann en un sexy vestido de mujer policía, también les tocó el turno a Alexis Ford y a la ucraniana Nikki Benz. Dos starlets que han sabido adaptarse a sus tiempos con toneladas de tinte rubio y silicona de quirófano para dar como resultados dos cuerpos entregados a la autoridad de las curvas voluptuosas. El fragmento corresponde a la película «Flesh Hunter #12», época donde el actor Chris Strokes lo estaba petando gracias a poseer una polla blanca de dimensiones colosales y una amenaza contra la sexualidad femenina.
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