El progreso estético que ha sufrido el cuerpo de Alex Grey estos últimos meses hace que olvidemos por completo aquellos bonitos rasgos que lucía en sus inicios en la industria de adultos. La starlet americana era en sus preludios un ángel rubio de rostro hermoso que parecía que de lo softporn no iba a pasar. Por suerte poco a poco fue añadiendo muescas a su culata y terminó postulándose como una acróbata anal de gran eficiencia, una decisión muy acertada que posibilitó su desmarque de todos aquellas clónicas rubias de la hornada de 2015. Gracias a su cambio de perfil más agresivo, que también le otorgó más madurez sexual, escaló puestos a toda velocidad hasta terminar encajando como un guante en uno de los estudios más sucios y oscuros de Lansky, Blacked Raw.
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