Biografía de Teagan Presley
Teagan Presley fue bautizada como la Britney Spears del porno debido a la semejanza física que tenía con la reina del pop yanqui. Al menos hasta que decidió pasar por quirófano y se deshizo de cualquier parecido para dejar de conmocionar a Estados Unidos por ser una clon de la Spears. Eso sí, de cantar ni idea, pero se le daba tan bien comer pollas como a la cantante los micros.
Entró como un huracán en la industria de adultos de EE.UU. A los 18 años, debutó por la puerta grande; esto es dejándose abrir el ano al máximo de centímetros y rodando una película al completo para ella sola: «Just Over Eighteen 10». Pero eso solo fue el comienzo, durante los meses siguientes esta chica de aspecto normal (en sus inicios era delgada y con poco pecho) descubrió las bondades del sexo interracial y las dobles penetraciones. A partir de aquí se convirtió de la noche a la mañana en una «follanegros» de manual.
Su capacidad inaudita para las maniobras sexuales dejó a todos boquiabiertos, haciendo que legiones de fans se rindieran a sus pies y encumbrándola a diva del porno de la nueva generación. Fue una estrella que brillaba con luz propia y llamaba poderosamente la atención. De ahí que, su gran fama, fuera la culpable de que la aclamada productora Digital Playground la reclutara para hacer escenas porno con un contrato exclusivo bajo el brazo.
Ese fue el momento exacto en el que nuestra Afrodita americana comenzó su metamorfosis corporal. Y es que hasta el momento era la típica jovencita con aspecto de vecinita de al lado y sonrisa simpaticona, pero todo cambio cuando se tiño de rubia y se operó varias partes del cuerpo, entre ellas los pechos. Perdió todo su aspecto original por el que los pajilleros la adoraban: la apariencia de una chica de barrio normal y corriente. Se transformó en la típica actriz neumática repleta de cirugías. La típica Barbie americana y recauchutada vulgar de los circuitos pornográficos.
Un punto de inflexión en su carrera que le hizo perder seguidores, pero que a la vez logró renovarse con una nueva horda de pornófagos que adoraban su estética conservadora clásico y nuevos rasgos plastificados con bisturí. Después de todo, el amor incondicional a la silicona no fue un error en su carrera y su metamorfosis, con laca y maquillaje a kilos de por medio, fue un soplo de aire fresco para muchos de sus seguidores.
Desgraciadamente, toda estrella cae por su propio peso o acaba muriendo de éxito. En el caso de Teagan Presley fue, como no, enamorarse hasta las trancas del también actor porno Tyler Durden y pasar por varios embarazos que le causaron tener que que parar de trabajar en el oficio. Para más inri, se negó a realizar escenas de sexo extremo (hardcore) por las que fue reconocida en sus inicios. Motivos por los que fue despedida de Digital Playground y rescindieron su contrato. Pero no hay mal que por bien no venga, y Teagan Presley retomó su antiguo trabajo de estríper para ahorrar un dinero y conseguir su sueño americano: fundar su propia compañía de cine para adultos. Eso sí, aunque lo consiguiera, Skinworxxx no duró más de tres años y tuvo que cerrar por pérdidas.
Su legado incluye 228 películas, 10 premios pornográficos, entre los cuales se encuentra un AVN por la mejor escena lésbica y un XRCO a la mejor actriz revelación. Sin olvidarnos de las innumerables e insulsas escenas lésbicas cuando estaba casada con su marido. Por todo esto la podemos catalogar como una leyenda del porno que sorprendió por su falta absoluta de escrúpulos cuando apenas tenía 18 años. En resumidas cuentas, fue un bombazo en todos los aspectos. Cabello dorado, bonitas tetas maleables, un culo que aplaude y una mirada lasciva que te hacía sudar testosterona. Sus películas siempre encabezaron las listas de ventas, «Pirates» (2005, Digital Playground) todavía se encuentra en la lista de los más vendidos hasta el día de hoy, y su carisma innegable y atractivo sexual hizo que nos enamoráramos para siempre jamás.