Biografía de Rose Monroe
La que tiene en propiedad uno de los mejores culos venezolanos, Rose Monroe, tuvo unos inicios tímidos, y le costó bastante entregarse a la noble práctica del anal.
Nacida en Maracaibo (Venezuela), los rasgos latinos de Rose Monroe no ocultan en ningún momento su lugar de origen. Exactamente igual que esa parte de la anatomía donde termina la espalda, y es que su culo vertiginoso tampoco esconde su lugar de procedencia, Sudamérica, país de esculturales bellezas que seducen al público por aplastamiento cárnico.
La que para muchos es considerada como la latina con el mejor culo del porno americano, debutó en el año 2012 como modelo erótica haciendo varios posados para revistas del sector y pronto dio el salto definitivo al sexo filmado. Unos preludios profesionales nada fáciles para la starlet veneca, pues a pesar de su ya mencionado trasero espectacular, y las voluptuosas curvas de su anatomía privilegiada, en sus primeros rodajes se le notaba una gran falta de seguridad en sí misma.
Por suerte, el tesón de Rose pudo superar gratamente esa excesiva timidez que le impedía desatar el huracán que había en su interior, y pronto se convirtió en una mujer polifacética. Una hembra de poderosas curvas concentradas en su tren inferior que compaginaba su oficio de pornostar con hacer shows de Live Stream, Pole Dance y gestionar activamente sus redes sociales (suma más de 700.000 de seguidores), donde cuida muy bien de sus fans.
Pero lo que revolucionó el gallinero pornográfico fue que, de un día para otro, transformó esa excesiva timidez y esa falta de experiencia en auténtico arrojo sodomita. Se convirtió en una experta del anal moviendo sus imponentes nalgas al son del mejor sexo grabado para los grandes estudios: Brazzers, BangBros, Reality Kings, Mofos…
Actualmente Monroe sigue sacando provecho de su gigantesco y mullido pandero haciendo gala de dinámicas sexuales convencionales, a buen ritmo pero sin estridencias. Y es que con semejante «bullate» ala morenaza de bronceado playero no le hace falta tener el glamour de las europeas o la valentía sexual de las americanas. Sus proporciones culeras son más que respetables por si solas.