La exmilitar hawaiana, Kayley Gunner, paso de manejar ametralladoras en el ejercito a limpiar sables en los sets de rodaje. Lo teníamos a huevo, “zorri”. Con 28 años y unas tetas pagadas por la Fuerza Aérea de los Estados Unidos, tras un divorcio abrupto, Kayley confiesa sin ambages que en el ejercito participaba en orgías como si fueran maniobras de combate. Así que con esta escuela, su primera escena, Machine Gunner, fue un éxito y desde entonces no para: mamadas por un tubo, gangbangs (sueña con uno con los San Francisco 49ers), interraciales…, aunque el anal en pantalla se encuentra en standby. También le encanta que la pongan mirando para Cuenca, y a eso de tragar lefa proteica de sus amantes no va con ella, qué se la va a hacer. Fuera de plató dice que ama montar a caballo y que la monten al aire libre, especialmente en cuevas y cascadas.
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