Violet Voss era agente inmobiliaria en Texas, pero como esa ocupación era un coñazo para ella, se lió la manta a la cabeza y se puso a posar en lencería. La pandemia le dio el empujón definitivo: «Joder, ¿y si me dedico a enseñar el culo a tiempo completo?». Y vaya si lo hizo. Primero fue modelito fetichista, atada como un pollo al spiedo, pero como eso cansa (y duele), se pasó al lado oscuro: dominar a pobres diablos que le pagaban por humillarlos. Pero claro, después de tanto látigo y tacón, pensó: «¿Y por qué no follamos como Dios manda?». Y así, en tres meses se marcó 50 escenas de porno convencional. Sí, la mujer no perdió el tiempo. Su momento cumbre fue una escena con Manuel Ferrara, que le dijo: «Nada de cortes, nena, esto va del tirón». Y ella, como una campeona, aguantó el tipo. El hype fue tal que sus fotos del behind-the-scenes arrasaron: 3 millones de vistas en una semana, y eso que suelen tener 30 mil. Un subidón. Ahora vive en Florida, pero viene a Los Ángeles cada dos meses a follar profesionalmente. Dice que en este ambiente puede ser ella misma, sin esconderse como en el mundo «normal». «En una peluquería, si preguntan, digo que soy modelo«.
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