Mientras que su compañera y compatriota Shelena se lleva los honores y los primeros premios —en la Academia de Rocco Siffredi—, gracias a su innegable belleza, Eva Generosi, una especie de Olivia del porno (por su parecido a la mujer de Popeye el Marino), continúa a lo suyo, agrandando su receptivo ojete y, por ende, su legado anal. Y es que la delgadez y su relativa escasez de curvas de esta espigada actriz porno italiana no le impide alojar miembros en su gruta trasera con una facilidad y solvencia pasmosas, como si su culete estuviera entrenado para recibir las embestidas más intensas. He aquí un botón de muestra de cómo esa retaguardia compacta es como una máquina perfectamente engrasada para generar placer.
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