A sus 34 años, Kenzie Taylor cumplirá el año que viene el décimo año de carrera pornográfica. Se trata, pues, de una starlet con experiencia, que, según dicen, se caracteriza por aconsejar con amabilidad a las recién llegadas a la industria. En este sentido, debido a su apariencia, vinculada a las actrices porno clásicas, Kenzie es una mujer que podría haber debutado en cualquier década, los ochenta, noventa o al principio del nuevo milenio, como Gingel Lynn, Jenna jameson o Kayden Kross. Su físico atemporal encaja perfectamente en el porno, un negocio que siempre recibe con los brazos abiertos a rubias esculturales del tipo de Marilyn Monroe. Aunque su apellido artístico, Taylor, es un guiño a su cierto parecido con otra rubia muy famosa: Taylor Swift. Sin embargo, sus pechos, varias veces agrandados, le confieren una figura mucho más rotunda que la de la famosa estrella del pop. Ahora bien, sus atributos físicos serían insuficientes si no supiera cómo utilizarlos, y en eso Kenzie es una maestra.
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