Todo el mundo recuerda aquel videoclip llamado «Wrecking Ball» donde la polémica estrella del pop americana Miley Cyrus estaba subida encima de una bola de demolición. Ya sabéis, aquella secuencia en la que la celebrity cantaba con aquello entre las piernas, mientras destrozaba paredes a su paso. Un corto cuyas cotas de popularidad produjeron que la industria del porno imitara a la cantante, recreando un vídeo porno donde se ve a una doble, con gran semejanza facial, follando con varios obreros de la construcción. Una especie de bola de demolición, sí, pero una versión porno por gentileza de la productora White Ghetto. Lástima que no le ofrecieron a la exchica Disney la posibilidad de ser ella la protagonista, ya que no es ningún secreto su tendencia al sexo y a la depravación.
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