La cosplayer rusa más famosa del porno, conocida como Purple Bitch, consolidó aún más su reinado del disfraz en la industria al proclamarse como la cosplayer favorita del público en los últimos premios AVN, y ya es la tercera vez consecutiva que se hace con este galardón concedido por votación popular. Lo cierto es que detrás de este reconocimiento hay mucho curro, con cambios de looks constantes, múltiples colaboraciones, fetiches y, en definitiva, un verdadero despliegue de creatividad cerda en cada una de sus performances sexuales. Recordemos que ella se lo guisa y ella se lo come, dado que produce, dirige y protagoniza su propio contenido junto a su pareja Alex Noise, aunque también ha lucido palmito —dejando de lado la parafernaria cosplay— en productoras renombradas como Blacked.
Pero gran parte de la popularidad obtenida por la exitosa cosplayer porno se la debe a su incesante interpretación de roles por cuenta propia en escenas donde se deja penetrar a menudo su delicioso trasero. Valga como ejemplo este frenético montaje musical para escudriñar los pormenores guarros de esta ramera morada, traducción castiza de su esclarecedor pseudónimo.
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