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«G for Gianna» (2007), destripamos el espectacular showcase de la tetuda Gianna Michael

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Recordáis a la salvaje Gianna Michaels? Reinó en la industria de adultos norteamericana a mediados de la década del 2000 porque sencillamente tenía un par de pechos tan gigantescos como destructivos. Unas tetas privilegiadas que estaban bendecidas con un gran tamaño y una firmeza natural nunca vista anteriormente; combinación demoledora. Por si fuera poco, era imposible mantener el ritmo de la amazona pelirroja. Fornicaba como una alimaña en celo y buscaba humillar a los actores; bien ridiculizándolos, pegándoles bofetadas improvisadas, o moviendo las caderas a un ritmo tan frenético que ningún hombre sobre la faz de la tierra podía soportar.

Su actitud era asombrosamente entregada y casi se nos antojaba una loca cuando se reía a carcajadas en mitad del set de rodaje. Podríamos decir que Gianna era una dominatrix infiltrada en el porno mainstream que se hizo famosa por sus bestiales performances sexuales. Una peso pesado que echaba polvos mortales y pasó a los anales de la historia. De sus muchas actuaciones míticas tenemos que recalcar dos: «Fashionista Safado: The Challenge» (2006) donde viola al mismísimo Rocco Siffredi junto a Jenna Haze; y el escaparate estelar «G for Gianna» (2007), un exclusivo showcase dedicado en el que da un auténtico recital felativo con cero inhibiciones.

En serio, la película del confiable director Jonni Darkko fue el reconocimiento a su incipiente carrera. Nueve apoteósicas escenas donde nuestra tetuda lasciva (realizaba unas pajas cubanas magistrales) centrifugó sexualmente a varios sementales. Pero para ser sinceros, su escena más memorable fue aquel blowbang en la que se destapó como una auténtica maestra de las felaciones. Una secuencia de apenas cinco minutos de duración en la que se le asigna la intimidante tarea de absorber las eyaculaciones de veinte hombres y donde se hicieron famosas sus mamadas con escupitajo.

La forma como ordenaba a sus partenaires masculinos que eyacularan en su cara es tan contundente e intensa como un sargento del ejército regañando a los reclutas novatos. Siempre quería ser la que llevaba el mando y se percibía en el ambiente que engullía sus almas a través de su boca. Aquello fue un acto pornográfico en el que descubrimos como Gianna Michaels merendaba penes como si fuera una jodida aspiradora de carne y hueso. Como una maestra suprema del sexo oral, con un estilo único, y además escupía los swallows con una tranquilidad pasmosa.

La película «G for Gianna» terminó ganando el premio «Best-All Sex Release» en los AVN Awards 2008 por su capacidad inaudita para tener bajo control a una jauría de sementales empalmados a punto de darle un tratamiento facial. Pero no solo eso, el film de Evil Angel reunía variopintas prácticas sexuales en las que Gianna pudo presumir activamente: sadomasoquismo, bukkake, épicas cabalgadas, sexo en grupo… Una función que marcó su potente carisma en el imaginario colectivo pornográfico. Nada mal para una chica que con 18 años trabajaba en una vulgar hamburguesería.